¿Está claro?

Me gustas más que la nutella a cucharadas, el chocolate milka, el magnum almendrado en verano, la comida mexicana, los tallarines, la pizza de atún, los ferrero rocher en navidad, los kiwis, el yogur griego de madrugada, la tortilla de patatas, el jamón...
Más que la mirada de Ian Somerhalder, los tatuajes de Ash Stymest, la saga entera de crónicas vampíricas, más que ''somebody to love'' de Queen, las canciones de Green Day, la voz de Bruno Mars, los bailes de Michael Jackson, las letras de violadores del verso, los desfiles de Victoria's Secret...
Más que un día de playa, una noche de fiesta con amigas, una copa de Disaronno con red bull, una coca-cola, un paseo de noche por la playa, el sonido del mar, más que los tacones, los vestidos, la fotografía, los animales, la naturaleza...
más, más y más.

Inevitable.

No es fácil volver a confiar en el amor cuando un día te falló
Y  créeme, no quería volver a confiar.
Hice todo lo posible, todo lo necesario.
Incluso intenté acostumbrarme a dar besos sin sabor,
abrazos y caricias sin tacto, miradas calculadas y ciegas...
Pero de repente aparece, sin avisar simplemente aparece, sin más,
y pone mi vida del revés o quizás derecha,
va directo, sin detenerse, sin previo aviso, 
y es entonces cuando siento miedo 

miedo de volver a enamorarme,
de que un suspiro me delate.

Broken inside

En medio de una tempestad, que arrasa con todo, 

pero tu estás aquí, esta noche,

así que, quédate, solo esta vez,
y hagamos el amor, follando.

Quien no vuelve a intentarlo no lo a superado.

El amor es como el paracaidismo; puede que una vez te tires en paracaídas y este te salga defectuoso y caigas en picado pero eso no significa que si vuelves a tirarte el siguiente paracaídas también esté defectuoso y vuelvas a hacerte daño.
Porque es otro paracaídas y solo tienes que superar el miedo de volver a darte de leches. Olvida, supera y vuelve a tirarte.
Créeme merecerá la pena volverlo a intentar.

Nosotros.

Perdida, en medio de un mundo corrompido por la avaricia, la envidia, el dinero, el poder...
Un mundo mediocre, carente de de buenas intenciones,
donde hay que andar con cuidado, como ciervo en un territorio de leones.
Viviendo en un país de ciegos donde el tuerto es el rey.
Hay tantos crimines ahí afuera que yo me pregunto:


¿Quiénes son los verdaderos animales salvajes?

Rompernos.

La noche nos envuelve con su dulce y fresco olor a primavera, 
con un afable silencio, el cual estamos dispuestos a romper,
aquí, en esta habitación, donde las sábanas empiezan a arder,
empezaremos rompiéndonos cada costura, una a una, de nuestras ropas, acabando por las más íntimas,
sin duda, haremos un espectáculo de ello, donde las paredes taciturnas serán las privilegiadas espectadoras,
continuaremos rompiéndonos los labios, en cada beso, en cada vigoroso bocado,
nos iremos rompiendo cada parte de nuestro cuerpo, hueso por hueso, por cada caricia, 
romperemos este puto silencio, nos desgastaremos, en cada suspiro, hasta desvanecer,
mientras ahí afuera la primavera sigue su curso y la habitación está en llamas y nosotros rompiéndonos.

Viva la vida. Viva nosotros.

Me siento feliz sin motivo alguno. Así, sin más. 

Todos necesitamos un pariaso.

Ven que tengo magia en la mirada y quiero mostrártela.
Ven que tengo lujuria en los labios y quiero dejarte probarla.
Ven que tengo dulzura en las manos y quiero endulzarte cada milímetro de tu cuerpo.
Ven que tengo heroína en cada poro de mi piel y quiero que te vuelvas adicto a ella.
Ven que tengo un hechizo en mis caderas y quiero hechizarte con cada movimiento que haga con ellas.
Ven que tengo adrenalina en mis piernas, fuego en mis venas y amor en cada respiración.
Ven, déjame mostrarte, a largo plazo, el paraíso que tengo guardado para ti.

Soy todo lo que no puedes controlar.

No intentes decirme que debo hacer, porque haré todo lo contrario.

Mi futuro error.

Entonces aparece alguien,
alguien que nadie recomienda,
que tiene mil trapos sucios,
que está en boca de todos, y no por sus buenas acciones,
pero te saca una jodida sonrisa, esa misma que hacía tiempo que nadie te había logrado sacar,
te divierte, con chorradas, sí, pero nadie lo sabe hacer mejor que el,
que te come con cada abrir y cerrar de ojos,
y sabes que te van a juzgar,
que te van a tomar por una puta loca,
y sabes que es un error, probablemente será un gran error,
pero será de ese tipo de errores que querrás cometer una y otra vez, saboreándolo a cada segundo.

Así es el destino o como lo quieras llamar, caprichoso como un niño pequeño, la vida se ríe de nosotros para vengarse de las veces que nosotros nos reímos de ella, nos maneja a su antojo, como putas marionetas.

Dicen que el pasado siempre vuelve, que tarde o temprano las personas que un día se fueron llegan a tu vida así sin más, y a veces para quedarse.


Pero si tu vuelves, correría el riesgo de que te fueras de nuevo y entonces el daño sería mayor, por eso una chica normal y sensata desearía que no volvieras, para que no volvieras a irte, para no tener que desintoxicarme de nuevo de ti.


Pero lo cierto, es que, no soy una chica normal ni sensata y siempre fui un poco masoca con mis sentimientos.

∞

El es mucho más que un amigo, 
es mi mejor amigo, 
mi siamés, separados al nacer,
el que sabe mil y un secretos, nadie me conoce como el, 
nadie es como el,
la mejor persona que puedas conocer,
da igual que este agotado, triste, enfadado, siempre, siempre, tendrá unas bonitas palabras, una sonrisa y un fuerte abrazo que dedicarme.
A pesar de enfados pasados nuestra amistad supera cualquier tempestad, porque esta amistad es de verdad.
Porque el ''en la riqueza y en la pobreza, en la alegría y en la tristeza, todos los días de tu vida, hasta que la muerte nos separe.'' no solo vale para los novios.

Todo pasa...

Hace un frío de cojones,
la noche está tranquila, aburrida, sola,
sería una noche perfecta para pensarte,
para recordar risas, caricias, besos, gemidos, enfados...
y a la vez que recuerdo, sumergirme en un mar de dudas, de porqués.


Pero no, hoy no voy a preguntarme nada, no voy a dejar que la jodida melancolía me coma por dentro,
mentiría si dijera que te he olvidado, porque siempre tendrás un pedazo de mí, aunque tu no lo creas, aunque no lo sepas,
pero ya no duele recordarte, ya no.

Me estoy acostumbrando, a vivir sin tu voz.

Ya no mata, solo escuece.

Demasiado desafío.

Y llega ese momento
el momento que deseaba desde hace tiempo
el momento en el que lo vuelvo a ver
y entonces el mundo se para, deja de girar,
hay demasiado ruido, pero no escucho nada, solo los latidos de mi corazón, van cada vez más deprisa,
siento que alguien me habla, no hago caso, no puedo hacer caso, mis músculos están inmóviles.
Ahí esta, frente a mi, mirándome, sin parpadear, 
por un instante, un misero instante, estamos así, inmóviles, sin poder apartar la mirada el uno del otro,
parece que me esta llamando con la mirada, quiere decirme algo, sus labios lo intentan, pero no le salen palabras, solo esa mirada.
<<¡Basta!>> me digo a mi misma, aparto la mirada, demasiado orgullo corre dentro de mi, 
está ahí, a pocos metros de mi, me mira, me está mirando, lo sé, lo siento, me lo dicen, no se quien, estoy desorientada.
<<No debo mirar, no, no puedo>> se repite una y mil veces en mi cabeza, me he prohibido volver a mirar, pero como todo lo prohibido se vuelve tentador y miro, discreta, sin que nadie se de cuenta,
y el también mira, lleva rato mirándome, nuestras miradas se vuelven a cruzar, ahora más intensamente,
he visto esa mirada antes, muchas veces, se que quiere decir, lo conozco, pero el también me conoce a mi y sabe que no haré caso a sus plegarias convertidas en miradas, lo sabe, o quizás no, 
no tiene valor, yo tampoco, demasiado orgullo, demasiado rencor en el ambiente.
Y entonces el puto mundo vuelve a girar, rápido, como nunca antes había girado, demasiada rapidez
y sin darme cuenta me encuentro en mi cama, lamentando no haber acudido a sus miradas.

Qué difícil es olvidar las cosas bonitas.

Basta. Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño. Basta. Déjame. Ponlo de nuevo todo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave. En el fondo del corazón, allí, en aquella esquina. En aquel jardín. Algunas flores, un poco de sombra y después dolor. Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda verlos. Donde tú no los puedas ver.

-Libro: Tengo ganas de ti.